¡Buenas tardes a todos, lectores!
Espero que la vida los esté tratando más que bien, hoy al fin puedo ponerme un poco al día con las
tantas entradas que debo subir, y me emociona muchísimo la del día de hoy porque, junto a Juli, la venimos planeando hace mil años luz y sí, han pasado 84 años, ¡pero al fin traemos la segunda parte del especial de Yuri!!! on Ice!
Recuerden que la primera parte pueden encontrarla haciendo clic por
acá y por
acá también. En esas entradas van a ver una serie de preguntas que ambas respondimos.
Y, dejándome de preámbulos, los dejo con la preciosa y emotiva reseña de Juli. La mía la van a poder leer por
acá.
Ah… recuerdo todo como si hubiera sido ayer.
Era una noche en la que todos estaban durmiendo y yo trataba de mantener ahogados mis gritos de foca retrasada con asma, ya que estaba en ese momento muy metida con toda la onda de Free! y estaba muriendo con los dj (historias que hacen los fans sobre los personajes) en especial con uno de Makoharu –que en ese momento era mi otepe, mi religión y mi manera de vivir- entonces la administradora de la página subió un post diciendo, en breves palabras, que se venía un anime revolucionario y que nos íbamos a morir de la baba.
Yo fui un toque rehacía porque en ese momento solo pensaba en ‘Free!’, ‘Kuroshitsuji’, ‘Super Lovers’, ‘Love Stage’, ‘Junjo romántica ’ y ’Sekaichi Hatsukoi’ No necesitaba nada más.
Pero cuando, días después, subió un adelanto de lo que iba a ser el anime me puse en modo gorda fan y busque toda la info que necesitaba: cuando salía, quien se había encargado de darle vida y de que trataba. Y bueno, cuando yo me obsesiono con algo no hay nadie que se compare conmigo.
Una vez que salió el primer capítulo no me pude resistir. Era (y lo sigue siendo) TAN HERMOSO que me olvide de todo lo que hasta ese momento me había gustado, todo lo que me había obsesionado y no tuve espacio para nada más que Victor y sus nalgas de oro.
Lo que más me gusta del anime, y para no estar recordándoles a todos que pueden ver la primera parte acá (link 1), es que, a diferencia de otros animes, YoI nos muestra el verdadero lado del patinaje sobre hielo y todas las exigencias que van abrochadas. Soy muy fan del patinaje sobre hielo (en realidad, de todos los deportes de invierno) y siempre que lo veo solo me muestran a los patinadores contentos, con unos trajes super babas y con un rosquete de pascua impecables –y ni hablar de las piernas que tienen- y nunca todo lo que tienen que atravesar y sacrificar para llegar a este punto donde todos vemos la performance. Amé que nos mostrara como era para nuestro protagonista el estrés de competir a nivel mundial, como se sentía por haber quedado afuera después de todo el sacrificio que hicieron sus padres y su entrenador, como a todo esto se sumaba la muerte de su mascota. Obvio, Yuri se deprime terriblemente y vuelve a su casa, ya que para él no tenía sentido volver a patinar. Me gustó que nos entregaran personajes –en especial a Yuri como protagonista- que no son perfectos, que sacrifican años entrenando quizás para quedar últimos o ni siquiera clasificar, y que se matan entrenando para representar a sus países a sí mismos. Que nos dieran un personaje con un crecimiento brutal como el que tiene Yuri, Yurio y hasta el mismo Victor, que es el dios del Olímpo, nalgas de oro, pentacampeón supremo y cuya boquita de corazón enamora hasta una piedra.